jueves, 8 de abril de 2010

Adprosumer. La nueva era del consumidor.

En un mercado donde el consumidor es cada vez más protagonista, es imprescindible saber comunicar con él y escuchar activamente. Internet y las tecnologías móviles nos permiten potenciar nuestras estrategias de marketing "one to one" hasta el punto de encontrarnos en un auténtico "Cara a Cara" con nuestros clientes.
Aun recuerdo cuando de pequeño mi padre abría el buzón de correos, ubicado en el portal de mi casa, y empezaba a sacar sobres y más sobres de comunicados comerciales. Entre la cartera que llevaba en una mano, las llaves y el maletín tenía que hacer juegos malabares para que no se le cayera una de las 20 cartas que había cogido.
Esta imagen de antaño, de cascada de cartas cayendo al abrir el buzón, es cada vez menos común y hoy en día, en la mayoría de los casos, únicamente encontramos alguna factura y el aviso de Correos para que vayamos a recoger la multa de aparcamiento del ayuntamiento. El buzón del portal ha sido sustituido por el correo electrónico o e-mail, y al mismo tiempo el consumidor de a pie, el que recogía las cartas del buzón y nunca protestaba o escribía a las empresas suplicando no recibir más correos (aunque ya en esa época se inventó el “buzón spam” que era el que se ponía fuera del portal para el correo comercial) ha ido evolucionando al mismo ritmo que lo ha hecho la tecnología, dando lugar a una nueva especie de consumidor más preparado e informado: “El Adprosumer”.
Mi Padre, si quería protestar o decirle a una empresa que no quería más cartas, tenía que coger papel, bolígrafo, ir al estanco a comprar sobres y sellos y pasarse por el buzón de correos más cercano. Además nunca sabía si la dirección a la que escribía era la correcta para reclamar -que yo recuerde nunca le hicieron caso- y si quería que todo el mundo se enterara de un servicio defectuoso o de un mal producto tenía que ir gritando como un loco por la calle ¡NO LO COMPRÉIS! o recurrir a la opción de dejarse el sueldo del mes en teléfono (estas “locuras” nunca las hizo, aunque no por falta de ganas…).
El Adprosumer, o Consumer 2.0, es capaz de asimilar y procesar mayor información y archivarla para hacer uso de ella si lo estima necesario, es hábil contrastando ofertas y buscando otras similares, puede dar su opinión sobre los servicios y productos y hacer que llegue a otros consumidores en forma de crítica o alabanza y, sobre todo, tiene la capacidad y el derecho de comunicarse con las empresas y exigirles que dejen de mandarle publicidad o, por el contrario, pedir más información. Todo esto en tiempo real y a la velocidad de un click de ratón.

Frente a este panorama las empresas que no estén preparadas y sepan sacar ventaja de esto, posiblemente dejarán de ser competitivas. Pero, ¿cómo sacar provecho de algo que escapa a nuestro control?

Precisamente es lo que queremos ir transmitiendo en este Blog. Como con las herramientas adecuadas, una buena dosis de creatividad, otra dosis de análisis y mucha paciencia podemos ir conociendo, clasificando y comunicando con nuestros clientes hasta conseguir satisfacer sus necesidades. Pero quizá para llevar a cabo esta comunicación a un nivel tan personal y efectivo haya que cambiar algunos conceptos fundamentales y dejar de comunicar con un rigor “Post-morten” como si estuviéramos por encima del bien y del mal.

Desde los foros más cualificados escuchamos decir una y otra vez que en Internet todos somos Marcas, tanto los individuos como las empresas, todos tenemos nuestro logo o nuestro avatar y nos podemos “exponer” con la imagen y el posicionamiento que queramos transmitir al resto de la globosfera; pero si lo contemplamos desde esta óptica seguramente no lleguemos nunca a conectar y nos estrellemos contra la superficialidad del perfil. Quizá desde las empresas debamos darle la vuelta a la tortilla y pensar que tanto los usuarios de la red como las compañías presentes en Internet somos todos personas antes que marcas, los que están escondidos detrás de ese avatar y los que formamos las corporaciones, y empezar a comunicar de tú a tú de manera sencilla, sincera y transparente. Sin todo el abalorio y la parafernalia que envuelve a muchas empresas increíblemente ancladas en el siglo pasado.

Posiblemente ese sea el gran secreto y la manera más efectiva de comunicarnos con los clientes, quitarnos la careta de la marca y hablar cara a cara con ellos en pro de sus intereses, que son los nuestros. Para eso la tecnología nos brinda una oportunidad inmejorable de llegar, de transmitir y, por qué no, de “intimar”, pues florece ante nuestros ojos un sin fin de posibilidades más interactivas y comunicativas que el empapelamiento de antaño.
Las redes sociales, los e-mails personalizados, las tecnologías móviles en pleno auge y todo lo que nos depara el futuro. ¿Te atreves a imaginar…?

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